Rumanía se encuentra en un proceso de modernización tributaria al implementar la factura electrónica B2B como obligación a partir de enero de 2024. Esta transformación, avalada por la Comisión Europea, tiene como objetivo simplificar los procesos administrativos y optimizar la relación entre los contribuyentes y la administración tributaria. En este artículo, exploraremos los aspectos clave de esta nueva regulación que impactará la forma en que las empresas operan en el país.
Comisión Europea Respaldando la Transformación: La Comisión Europea ha emitido la autorización oficial para que Rumanía implemente la factura electrónica B2B obligatoria a partir del 1 de enero de 2024. Esta medida no solo busca impulsar la eficiencia en las operaciones comerciales, sino también armonizar los procedimientos tributarios con los estándares europeos.
Un Cambio Radical en el Horizonte: Es importante destacar que la implementación de la factura electrónica en Rumanía no se llevará a cabo de manera gradual. A partir de enero de 2024, todas las empresas deberán cumplir con esta obligación, lo que representa un cambio radical en la forma en que se manejan los registros y presentación de información tributaria.
Factura Electrónica B2B y la Excepción de Rumanía: La Comisión Europea ha concedido a Rumanía una excepción para aplicar la factura electrónica B2B en virtud de la Directiva IVA 2006/112/CE. Esta autorización tiene un período de tres años (enero 2024 – diciembre 2026) o hasta que la Unión Europea decida adoptar la propuesta ViDA.
Adopción de la Factura Electrónica B2B: Dentro de este nuevo contexto, las empresas rumanas se enfrentarán a la adopción inmediata de la factura electrónica B2B como parte integral de sus operaciones. Esta medida no solo implica un cambio tecnológico, sino también una reconfiguración de los procesos internos para cumplir con esta obligación de manera efectiva.
En conclusión, la implementación de la factura electrónica B2B en Rumanía marca un hito significativo en la modernización tributaria del país. A medida que nos acercamos a enero de 2024, las empresas deberán estar preparadas para este cambio y considerar la adopción de soluciones tecnológicas que les permitan cumplir con éxito con esta nueva regulación.